Convocatoria laboral: Periodista con enfoque de DDHH y género para escuela de medios sin comillas y Teusaradio

Actualmente requerimos en la Fundación La Otra Juventud de la vinculación del siguiente perfil, para el equipo del proyecto de Escuela de Medios sin comillas y el medio alternativo Teusaradio. 

Fecha de cierre: 17 de octubre de 2021 11:59pm 

Comunicador/a social, periodista o profesiones afines, con dos años de experiencia en medios comunicación (preferiblemente alternativos) con habilidades en reportería, lectoescritura, trabajo con comunidades, y la aplicación del enfoque de género y derechos humanos en el periodismo.

La asignación de honorarios mensual se encuentra entre $2.000.000 y $2.100.000 mensuales por contrato de prestación de servicios.

  1. Adjunta en el link hoja de vida. Se valora positivamente adjuntar soportes académicos y/o laborales académicos y/o laborales
  2. Adjunta portafolio o proyecto más relevante en el que haya participado o que haya liderado

Quiz - ¿Qué tan machista es tu vocabulario?

A lo largo del tiempo nos han inculcado términos y expresiones para encerrar una situación dentro de un contexto puntual; muchas de estas expresiones hacen parte de nuestro lenguaje cotidiano, sin querer a veces las decimos sin conocer lo que puede llegar a connotar hoy en día. Es momento de darnos cuenta que el lenguaje que empleamos también es un reflejo de nuestro actuar en la sociedad Colombiana.

Convocatoria medios y organizaciones sociales - #SomosEnlace 2021

Actualmente nos encontramos implementando la estrategia de comunicación Somos Enlace: somosenlace.laotrajuventud.org

De la mano de Unicef Colombia y Fundación La Otra Juventud hace un año nació esta iniciativa, que promueve la realización y difusión de productos comunicativos entre emisoras comunitarias (dial), medios alternativos, organizaciones sociales con plataformas digitales y personas pertenecientes a diversos territorios de Colombia.

Los territorios priorizados en esta convocatoria son:

– Atlántico
– Nariño-Tumaco o costa Pacífica
– Guajira (Maicao, Riohacha, Uribia, Fonseca)
– Magdalena- Santa Marta
Rural

– Norte de Santander (zona rural de Cúcuta, Tibú y/o Toledo)
– Arauca(Arauca, Tame, Saravena y Arauquita)
– Valle del Cauca
– Antioquia
– Cesar
– Santander
– Cundinamarca
– Bolívar

Les invitamos a postularse y hacer parte de la Red Nacional de Ideas #SomosEnlace en el siguiente enlace: Formulario para participar en Somos Enlace. Dirigido a medios comunitarios y organizaciones sociales. (google.com)

 

Una demostración del poder de liderazgo juvenil - un resumen de mi experiencia como pasante

Texto y fotos: Lucy Forster, pasante de Suecia en La Otra Juventud

Ya llegó el fin de mi tiempo como pasante en La Otra Juventud, después de lo que quizás puedo sumir como el semestre más extraño de mi vida. Hace unas semanas, mi supervisora Laura me pidió por si yo pudiera escribir algo, como un pequeño resumen en un artículo, de las experiencias que tenía durante la pasantía. Y yo la dijo que sí, por supuesto, porque para mi eso sería casi como un ejercicio de reflexión, y una oportunidad de recoger mis pensamientos de todo lo que he hecho durante estos últimos meses pasados.  

En realidad fue como dos tipos de pasantía muy distintas para mi; la primera parte una aventura de exploración y aprendizaje en Bogotá, y la otra una experiencia de trabajo digital desde mi escritorio en Estocolmo, Suecia. Sin embargo, a pesar de todos los cambios que había, el común dominador  durante todo mi tiempo como pasante ha sido la presencia de una fuerza juvenil dentro de la fundación, y la determinación de mis compañeros y compañeras de seguir apoyando a la misión de crear una sociedad mas justa. 

Durante los dos meses que pasé viviendo en Bogotá, experimenté un montón de cosas interesantes, no solamente dentro de la oficina, sino también en mis experiencias fuera del trabajo. Tuve la suerte de aplicar los intereses que mantengo cerca de mi corazón a mis tareas y responsabilidades, mientras que también podía ver la expresión real de estos temas en mi vida social. Como una persona a quien le interesa mucho el tema de equidad de género, fue un privilegio inmenso lo de asistir en las marchas de las mujeres el 8 de marzo. Y como una persona a quien le interesa mucho la ciencia política y los relaciones internacionales, fue una experiencia muy valiosa lo de aprender sobre la sistema y los temas más actuales de la política colombiana, a través del cubrimiento de eventos políticos, entrevistas, y charlas con mis compañeras y compañeros de la fundación. En resumen, mi tiempo en Bogotá se caracterizó por un aprendizaje amplio y una consolidación muy gratificante de mis intereses en lo político, culturales y sociales.

Algo que también caracterizaba mi tiempo como pasante fue lo de trabajar en un contexto casi exclusivamente joven – con una organización cuya objetivo principal es trabajar de y por el empoderamiento de jóvenes. Porque más que nada, el tiempo que pasé dentro de la fundación fue una nueva oportunidad para mi de acercarme a esa metodología mas allá de mis experiencias anteriores, y de fortalecer mi convicción en ver la juventud como un fuente a un cambio positivo.

Lucy y Laura, practicante en La Otra Juventud, cubriendo elecciones locales en Teusaquillo

¿Es posible definir la importancia de organizaciones como La Otra Juventud, que trabaja para fortalecer el liderazgo y la participación democrático  juvenil? ¿Es posible explicar porque el trabajo que realiza tiene tanta significancia para nuestras sociedades? La ONU reconoce que el empoderamiento de jóvenes es fundamental para la realización de los ODS, y comenta que nosotros, como jóvenes, somos “(…) la portadora de la antorcha del futuro” y que la organización y empoderamiento juvenil contribuya a un futuro más justa en la manera que brinda espacios de innovación, de oportunidades y de la creación de una ciudanía activa. Estos comentarios me hace pensar en nuestras reuniones semanales de consejo de redacción dentro de la fundación, los cuales funcionaron como un espacio de intercambios de ideas para educarnos entre nosotros y de difundir nuestras conclusiones a través de los proyectos de la fundación.

En una palabra, el trabajo realizado por organizaciones como La Otra Juventud se postula como un alivio a los desafíos que enfrenten jóvenes tanto en Colombia como en muchas otras partes del mundo. Un artículo escrito por The Guardian explica que la tasa de desempleo entre los jóvenes de nivel mundial es más alta que cualquier otro grupo de edad, y ilumina además que los retos de la juventud son reforzados por causas sociales como la inequidad económica mundial, hostilidad étnica, y ideologías de austeridad; es decir, por causas a los cuales los jóvenes no tienen ninguna responsabilidad. La ONU estima que unos 21% de jóvenes colombianos ni estudian ni trabajan, y dice que estos datos significan un obstáculo en contra los derechos humanos, como el derecho a una educación de calidad.

A parte de estos obstáculos que tienen que superar los jóvenes de Colombia y de muchos otros partes del mundo, hay una cantidad de prejuicios sociales que confrontamos en situaciones cotidianas que también son contraproducentes para la realización de nuestras metas. Todos hemos estado en discusiones y argumentos con alguna persona mayor, y por lo tanto todos hemos escuchado el dicho de “soy mayor y tengo más experiencia de la   vida” frente a nuestras opiniones. Y claro, si tenga mayor edad, tienes más experiencia de vivir. Pero la experiencia definido por años no se traduzca automáticamente a sabiduría, ni de una fuerza efectiva al cambio social. De lo contrario, lo que aumenta el saber es la pasión de aprender y la determinación de trabajar para un cambio. Y eso es lo que define mi experiencia dentro de la fundación: que las personas que trabajamos aquí, aunque somos jóvenes, trabajamos con pasión, con determinación y con persistencia para generar un cambio a una sociedad más justa.

Ahora nos encontramos en una situación extrema, que genera consecuencias múltiples de una gravedad que nunca hemos visto antes. Pero lo que a mi me parece más impresionante es que, a pesar de todos los impactos que tienen la situación del Coronavirus en la economía, en la vida social, y en nuestras capacidades de estar presentes en una oficina, La Otra Juventud en estos momentos está creciendo con más proyectos y más trabajo que nunca. Yo diría que esa prueba de desarrollo organizacional será suficiente para rechazar los prejuicios sociales que valoran el poder en términos de años.

Aunque en fin tuve que irme a Suecia mucho más temprano de lo que había planeado, agradezco muchísimo las experiencias que tuve durante el tiempo que pasé como pasante y todo lo que aprendí, tanto en la oficina de Bogotá como en mi escritorio en Estocolmo. Ojalá que vuelva algún día para reencontrarme con el equipo de la fundación, y para pasar más tiempo en Bogotá, una ciudad que siempre estaré en mi mente por ser casa de  una sociedad civil vibrante, por ser un lugar de cambio dinámico, y por ser un centro de una fuerza juvenil.

Aunque todo ha cambiado tanto, y aunque tuve que regresar a Suecia, mi camino de aprendizaje no para. Cuando el equipo me presentó con la oportunidad de hacer la pasantía trabajando de casa, estaba muy feliz de decir que sí, me gustaría mucho continuar con el trabajo. A pesar de estos cambios contextuales sin precedente, La Otra Juventud sigue trabajando para la lucha social y política tanto en Bogotá como en toda Colombia, y me siento feliz por la oportunidad de todavía ser parte de este trabajo. Sin duda, las herramientas digitales nos ayudan mucho a cumplir las metas y objetivos de la fundación, y faciliten que yo también pueda seguir trabajando con el equipo desde mi casa en el otro lado del mundo. Pero también, la manera lista y competente en que estamos usando estas herramientas para continuar con el trabajo muestra no solo la flexibilidad sino también la devoción a la misión de la fundación. Estoy seguro que está prueba de dedicación será una inspiración para trabajadores sociales del futuro.

 

Fuentes: 

  1. ‘World Youth Report – Youth Social Entrepreneurship and the 2030 Agenda’, United Nations Department of Economic and Social Affairs (2020): https://www.un.org/development/desa/youth/wp-content/uploads/sites/21/2020/05/WYR-2020-Executive-Summary-REV.pdf

  2. ‘Saved by the ballerina – and other tales of youth empowerment’ Aidan Mac Guill, The Guardian (16 de marzo 2018): https://www.theguardian.com/world/2018/mar/16/music-dance-uniting-children-around-the-world

  3.  ’Importance of youth empowerment in 21 st century’, Lanre Olusola, The Guardian Features (18 de abril 2019): https://guardian.ng/features/importance-of-youth-empowerment-in-21st-century/

  4. ’Youth and the 2030 Agenda for Sustainable Development’, United Nations World Youth Report (2018):  https://www.un.org/development/desa/youth/wp-content/uploads/sites/21/2018/12/Executive-Summary_World-Youth-Report_07.12.18-1.pdf

  5. ‘61% de la juventud rural colombiana es pobre; transformar la educación es un imperativo para revertir esta situación’, ONU Colombia (13 de agosto 2019): https://nacionesunidas.org.co/noticias/61-de-la-juventud-rural-colombiana-es-pobre-transformar-la-educacion-es-un-imperativo-para-revertir-esta-situacion/

En el medio del caos - el trabajo social sigue como una constante

Texto y fotos: Lucy Forster, pasante de Suecia en La Otra Juventud

Tengo una reunión planificada con mi supervisora Laura esta tarde, aunque para ella será por la mañana. Así es ahora cuando trabajamos – tenemos que pensar en las diferencias de tiempo entre dos partes del mundo. Y eso porque lo que debería haber sido una aventura de un semestre en Bogotá se cortó después de dos meses. Ahora estoy en Suecia de nuevo. 

¿Qué pasó? Como es el caso ahora en todo el mundo, mis planes de trabajar en Bogotá se cambiaron muy rápido a causa de la propagación exponencial del Covid-19. Un día, hace unas semanas, estaba trabajando en la oficina de La Otra Juventud, preparándome para hacer una exposición de manera digital por Zoom. La adaptación al trabajo digital fue uno de los cambios primeros que ocurrió durante mi última semana en Bogotá. Días antes, había salido con las otras pasantes a bares, restaurantes y otros lugares públicos, porque aún podíamos disfrutar todo lo que hay en Bogotá. En algún momento esa misma tarde, recibí un mensaje de otra chica de Suecia que estaba haciendo su pasantía en la embajada sueca en Bogotá. Me contó que el ministerio de relaciones exteriores en Suecia había decidido que todas las pasantes en cada embajada sueca del mundo tenían que volver a Suecia por los incertidumbres globales. En ese momento entendí que era muy probable que el mismo directivo aplicará también para nosotras. El día siguiente, mis preocupaciones se confirmaron: la oficina en Suecia nos dijo que teníamos que irnos de Colombia lo antes posible. 

Después de esto, todo se desarrolló en una manera muy caótica. Como el resto del país, tuvimos que prepararnos para estar en casa, ya que esto fue días antes de que empezaba el primer simulacro de la cuarentena. Al mismo tiempo, estábamos preparándonos para viajar a Suecia mientras recibimos noticias nuevas cada hora sobre la situación de las fronteras del país. En el medio de este caos, fuimos al aeropuerto en busca de más claridad, y allí logramos comprar billetes a uno de los últimos vuelos que fue a Europa antes de que cerraron las fronteras totalmente. 

Por eso estoy aquí; en Suecia de nuevo. ¿Y ahora qué? Por supuesto, me siento demasiado triste que todo haya terminado así tan rápido y que no tuve la oportunidad de pasar todo el semestre en Bogotá como había planeado. Todo el tiempo que pasé allá parece casi como un sueño, como si no hubiera ocurrido en realidad. Al mismo tiempo, reconozco que en una situación cuando todo el mundo está adaptándose a condiciones extremas, es un privilegio inmenso tener una casa segura al que regresar. Además, a través las facilidades que nos brindan las herramientas digitales, estoy en la situación afortunada de que puedo continuar con mi trabajo. Lo hago porque por un lado, quiero seguir aprendiendo, pero por otro lado porque quiero apoyar a la organización, cuya importancia permanece en esas circunstancias caóticas.

Lucy y Laura, practicante en La Otra Juventud, cubriendo elecciones locales en Teusaquillo

¿Por qué es tan importante que organizaciones de la sociedad civil como La Otra Juventud continúen con su trabajo? Pues, la respuesta más sencilla es algo así: aunque todos somos afectados por lo que está pasando en el mundo, el Coronavirus sí discrimina. Las desigualdades sociales no desaparecen por la propagación del virus, ni de nivel mundial ni nacional o local. De lo contrario, el impacto del coronavirus golpea más fuerte contra las comunidades que ya están en situaciones de vulnerabilidad. Por eso, el deber de trabajo social es visibilizar estas inequidades tanto como sea posible para también intentar de deconstruirlas. Por un lado, se trata de la inequidad de servicios médicos y las condiciones en que viven muchas personas en niveles socioeconómicos bajos. Por otro lado, se trata del fuerte impacto que tiene el aislamiento obligatorio en comunidades vulnerables, por ejemplo el riesgo de hambre entre personas que no pueden ir al trabajo. Según Camara Phyllis Jones, doctora del Instituto Radcliffe en la universidad de Harvard, debemos adaptar los siguientes principios como guía práctica y moral para contrarrestar esas inequidades: valorar cada individuo y población de manera igual; reconocer y rectificar injusticias históricas; y proporcionar recursos según necesidad. Y eso, en una palabra, es lo que hace La Otra Juventud a través de publicaciones, diálogos y debates constantes. 

Otro aspecto muy relacionado con la importancia de trabajo social en esta situación es que el énfasis en gestionar la pandemia roba la atención de otros aspectos sociales, lo que a su vez detiene la progresión de activismo social. Un artículo escrito por The Guardian ilumina cómo ese tiempo, en cuando una gran mayoría de los recursos del gobierno van para estrategias de combatir la pandemia, pone en riesgo la vida de líderes sociales por falta de protección de seguridad adecuada. Y cómo nos explicó Leyner Palacios, secretario general del CIVP, en una entrevista, la muerte de un líder social en comunidades vulnerables significa una perdida grandísima para el trabajo de los derechos humanos y la construcción de paz. Además, algunos medios advierten que el enfoque total de combatir el Covid-19 funciona como una excusa en muchos lugares del mundo, donde líderes nacionales puedan justificar acciones controversiales por motivo de que son acciones contra la pandemia. Por eso, el trabajo que hace organizaciones como La Otra Juventud es crucial para destacar perspectivos críticos de las acciones del gobierno, y para levantar las voces a las que están silenciadas por amenazas para que no desaparezca el progreso social.

Conversatorio de líderes sociales y derechos humanos en Colombia, organizado por Swefor Colombia

Aunque todo ha cambiado tanto, y aunque tuve que regresar a Suecia, mi camino de aprendizaje no para. Cuando el equipo me presentó con la oportunidad de hacer la pasantía trabajando de casa, estaba muy feliz de decir que sí, me gustaría mucho continuar con el trabajo. A pesar de estos cambios contextuales sin precedente, La Otra Juventud sigue trabajando para la lucha social y política tanto en Bogotá como en toda Colombia, y me siento feliz por la oportunidad de todavía ser parte de este trabajo. Sin duda, las herramientas digitales nos ayudan mucho a cumplir las metas y objetivos de la fundación, y faciliten que yo también pueda seguir trabajando con el equipo desde mi casa en el otro lado del mundo. Pero también, la manera lista y competente en que estamos usando estas herramientas para continuar con el trabajo muestra no solo la flexibilidad sino también la devoción a la misión de la fundación. Estoy seguro que está prueba de dedicación será una inspiración para trabajadores sociales del futuro.

 

Fuentes: 

  1. Consejo de redacción, 2020
  2. ‘Indigenous Groups Isolated by Coronavirus Face Another Threat: Hunger’, Julie Turkewitz, New York Times (9 de abril 2020) https://www.nytimes.com/2020/04/09/world/americas/indigenous-coronavirus-hunger.html?searchResultPosition=2
  3. ‘En La Guajira falta agua y la salud está intervenida, pero ya llegó el Covid-19’, Valentina Parada Lugo, El Espectador (1 de abril 2020) https://www.elespectador.com/noticias/nacional/en-la-guajira-falta-agua-y-la-salud-esta-intervenida-pero-ya-llego-el-covid-19-articulo-912484
  4. ‘Coronavirus Disease Discriminates. Our Health Care Doesn’t Have To’, Camara Phyllis Jones, Newsweek (7 de abril 2020) https://www.newsweek.com/2020/04/24/coronavirus-disease-discriminates-our-health-care-doesnt-have-opinion-1496405.html
  5. ‘Colombian death squads exploiting coronavirus lockdown to kill activists’ Joe Parkin Daniels, The Guardian (23 de marzo 2020) https://www.theguardian.com/world/2020/mar/23/colombian-groups-exploiting-coronavirus-lockdown-to-kill-activists?fbclid=IwAR28sBV3GCPO4EKr5uN8XTnyFVCMg-K7ULdzUep6oCcQUeak3SW5X8O9lgI
  6. Comunicado: ‘Organizaciones internacionales de Sociedad civil respaldan el llamamiento al acuerdo humanitario global de las naciones unidas y el llamado de misión ONU Colombia por un cese al fuego y piden que se proteja la vida de todas las personas en condición de vulnerabilidad en medio de la pandemia’, Espacio de Cooperación para la Paz, (3 de abril 2020) https://drive.google.com/file/d/1VtZtGUTM-4b-YR1040v8z_bQ9xamjcbU/view
  7. Leyner Palacios, entrevista, febrero 2020
  8. ‘For Autocrats, and Others, Coronavirs is a Chance to Grab Even More Power’, Selam Gebrekidan, New York Times (14 de abril 2020) https://www.nytimes.com/2020/03/30/world/europe/coronavirus-governments-power.html

Un sueño de una revolución juvenil

Escrito por: Simon Barajas – pasante de Suecia en La Otra Juventud

 

Durante casi dos meses he vivido en Bogotá, trabajando en la fundación La Otra Juventud. El paso del tiempo es traicionero: pasan semanas en lo que parece ser un instante. Pero, al mismo tiempo, en estas semanas pareciendo ser minutos, Bogotá y la fundación me han dejado marcas, memorias y experiencias geniales. Hoy es viernes y estoy en camino a través de los árboles a lo largo del Parkway. Los colores verdes y vibrantes de la naturaleza se contrastan con un ambiente construido de cemento y ladrillo. En todas partes veo jóvenes de mi edad, ocupados con diversas actividades. Aquí se encuentra de todo, desde acróbatas de tela y bailarines, hasta clubes de lectura y reuniones espontáneas entre amigos tomando cerveza. El aire está impregnado por el olor dulce que emite cannabis quemado, sobre lo cual los responsables están notablemente despreocupados, a pesar de la presencia de la pequeña estación de policía en la mitad del parque. Las discusiones animadas y amigables se entremezclan con el ruido del tráfico, sus motores, pitos y sirenas. Ocasionalmente, el paisaje sonoro está penetrado por el sonido inusual de pájaros cantando, lo que hace la presencia de la naturaleza parecer aún más notable.

Durante mi caminata lenta, considero ese apetito por la vida y determinación particular que solo se refleja en las expresiones faciales juveniles, llenas de expectativas. En mi imaginación, todos a mi alrededor son la revolución futura que allana el camino para la justicia social que las generaciones anteriores nunca llegaron a vivir. Sueño que todos estén metidos en organizaciones universitarias y juveniles. Se están movilizando para derrocar todo el aparato del estado y redactar una constitución nueva, progresiva y moderna. En mi mente, simulo que se están reuniendo en Parkway para forjar sus planes, discutir estrategias y compartir información confidencial de documentos secretos que tienen la capacidad de destruir las estructuras que han atormentado este país durante tanto tiempo.

Bueno, mi pequeña ficción podría ser una exageración. Pero, estoy convencido que la chispa juvenil requerida para realizar mi escenario mental si está vivo y presente. En Colombia, un país donde más que 40 por ciento de la población tiene entre 14 y 26 años, la viabilidad y potencial del movimiento juvenil es enorme. Y su presencia es indudablemente evidente, por ejemplo en mi propia vida cotidiana aquí en Bogotá. Trabajar y ser consciente de iniciativas como la fundación La Otra Juventud, genera una esperanza por el futuro colombiano. En Teusaquillo, donde se ubica la oficina de la fundación, el contrapoder político late de su corazón, la Universidad Nacional, de la cual supongo que varios de los jóvenes que veo en Parkway son estudiantes. 

En la localidad, también hay una cantidad de casas culturales ubicadas en diferentes barrios; todos con sus diferentes orientaciones y actividades, no pocas veces con una alineación política progresista e izquierda. Por todo lado de Teusaquillo se encuentran áreas verdes, escuelas de baile, teatros, exposiciones artísticas, pequeños negocios artesanales, diferentes tipos de talleres culturales, bares y clubes, universidades y escuelas, y todo tipo de otras actividades. Aquí, varios excombatientes también hacen un esfuerzo determinado para reincorporarse en la sociedad y Teusaquillo es la única localidad de Bogotá donde el Sí (68,14%) dobló al No (31,86%) en el plebiscito por el acuerdo de paz. Aunque es pura especulación y pueda ser que Teusaquillo sea un ejemplo muy particular, pienso que si hay una correlación entre presencia de actividades culturales e iniciativas de paz.

Durante mi pasantía, principalmente he trabajado con Teusaradio, la emisora de La Otra Juventud. Teusaradio es un canal de medios alternativos que rompe las normas periodísticas en un panorama mediático dominado por medios conservadores, favorables al gobierno. Son muchas las formas en que la emisora se difiere a los medios grandes: no somos financiados por multimillonarios, algo que nos permita ser completamente independientes en las representaciones y producciones; con un enfoque comunitario visibilizamos e informamos de, y nos acercamos a, la vida de la gente desde una perspectiva base; incorporamos una vista estructural y nos educamos continuadamente, tanto en las discusiones y conversaciones internas como en los productos periodísticos; ponemos en la atención eventos y movimientos culturales, que puedan servir como plataformas de encuentros entre jóvenes y promover una sociedad de paz; y con creatividad, fantasía y muchísimas ganas, creo que contribuimos a una Colombia más solidaria y educada.

Detrás de Teusaradio, como de La Otra Juventud como organización, hay jóvenes poderosas con una actitud genial. El conocimiento, análisis intelectual y la ambición vibran en el aire de las instalaciones de la fundación, y dejan sus marcas en cualquier persona que pasa suficiente tiempo allí. En estos próximos meses les contaré más sobre el trabajo con Teusaradio, así como sobre mis impresiones de este país que nunca deja de impresionar- y sorprenderme. Pero por ahora, me voy a parar e instalarme en el pasto de Parkway, para sumergirme en la atmósfera y soñar y trabajar con una revolución juvenil.

Lo local y el periodismo - ¿una historia de amor perdida o en progreso?

Texto y fotos: Amanda Sjöstrand  (pasante de Suecia en La Otra Juventud) 

Un miércoles en febrero, llevo un poco más que tres semanas en Bogotá y estoy en la oficina de la fundación cuando de repente recibo una llamada de Laura, mi tutora, diciendo que un grupo de jóvenes que están enrolladas en la Escuela de Medios sin comillas ya han confirmado mi asistencia para grabar una entrevista que van a hacer para su reportaje multimedia. Son las 3 y media y la entrevista empieza ya a las 4, así que voy recolectando mis cosas personales y los equipos necesarios lo más rápido posible, corriendo hacía el lugar de la entrevista, para no llegar más tarde que necesario. El escenario en cuestión es un escenario muy común en el trabajo con jóvenes y con la comunidad cívica, donde las cosas no siempre se pueden prever y la comunicación puede ser muy imprevista, tanto en Bogotá como en mis diferentes puestos de trabajo anteriores en Suecia. 

 

El grupo de jóvenes son Maria-Fernanda, Gabriela, Natalia y Valeria. Son cuatro jóvenes entre los 20 y 27 años – pseudo-adolescentes como dijo María-Fernanda -con mucha energía y compromiso. El reportaje que están realizando trata de la importancia del teatro comunitario para la construcción de tejido social, en general, y más específicamente, del Teatro del Sur y su importancia en la localidad de Bosa. Las palabras de Maria-Fernanda resumen muy bien de qué se trata el teatro comunitario:

… que por ser comunitario no pierde calidad, no pierde dignidad, es comunitario porque trabaja con la comunidad, trabaja para la comunidad y trabaja por la comunidad.

 

Maria-Fernanda, Nathalia, Valeria y Gabriela escuchando la grabación de la entrevista que acaban de realizar.

La manera en cual Maria-Fernanda describe el teatro comunitario tiene mucho que ver con el potencial del periodismo local, del tipo de periodismo que están realizando con su reportaje, del periodismo por el cual La Otra Juventud lucha e intenta facilitar a través de los talleres de la Escuela de Medios sin comillas. Porque, el periodismo local trata de contar las historias de la comunidad, y así tiene la intención de asegurar la democracia dentro de la localidad, pero también la democracia de un contexto geográfico mucho más extenso, un propósito que quizás solo pueda existir si el periodismo existe dentro de las comunidades, trabajando con y por las comunidades. Pues, aunque se puede cuestionar la búsqueda de la “perspectiva desde dentro”, adoptado desde hace mucho tiempo por antropólogos y  etnólogos, y más que nada condenar los procesos a cuales les ha llevado esa perspectiva, es justo la reflexividad y el saber subjetivo – que enfatiza por ejemplo la antropóloga Lila Abu-Lughod (por ejemplo 1990) – que es lo necesario para poder contar historias sin reproducir demasiado las desigualdades que siempre van a acuñar las relaciones de poder entre la persona que cuenta la historia y las que la viven. La clave es que esa perspectiva subjetiva desde dentro no es algo que uno puede conseguir, sino hay que tener una relación personal al contexto desde antes. Esa perspectiva significa no solo que el concepto “local” es esencial para un periodismo crítico, sino también que el periodismo local, como tal, tiene un gran poder para cuestionar estructuras de poder desiguales del mundo en cual vivimos. Eso es, si consigue incluir una diversidad de perspectivas, en cuanto a no solo edad, pero también a género, etnicidad, sexualidad y más. Más que ser un asunto de democracia, puede ser que el vínculo local también sea esencial para sobrevivir del periodismo como tal, porque la relevancia del periodismo para la población incluye visibilizar las perspectivas y conocimientos locales (vea también: IJNet 2017).

Durante el siglo veinte, a ese periodismo local le ha tocado asumir grandes retos a nivel mundial debido a  la disminución de los periódicos de papel (vea por ejemplo Reuter´s institute de Oxford University 2020). En Colombia, el conflicto interno ha afectado mucho la libertad de prensa y las rutas de la censura (Consejo de redacción 2019; FLIP 2019). Tal como lo describe la Fundación de Libertad de Prensa [FLiP] en sus “Cartografías de la información”, casi todos los departamentos de Colombia hoy en día están “en silencio”, es decir que en la mayoría de sus municipios no hay acceso a información local (FLiP 2020). La realidad de los periodistas da contexto al ese silencio, con 113 amenazas y 360 agresiones contra periodistas en 2019 y además, los asesinatos de Mauricio Lezama y Libardo Montenegro (FliP 2019). Esto sería un escenario preocupante en cualquier lado del mundo, pero visto en la luz de la situación política y social compleja del país colombiano, el acceso a la información local es tal vez aún más esencial y hace que las cifras sean aún más preocupantes. Según un informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos [ACNUDH] sobre la situación de los derechos humanos en Colombia en el 2019, las niveles de violencia se encuentran altos y aumentando, mientras el acceso al sistema de justicia se encuentra muy desigual, ambos muchas veces afectando más las poblaciones rurales (ACNUDH 2010).

[INFOGRAFÍA: https://infogram.com/periodismo-local-1hzj4om7kyq76pw?live ]

En este contexto, da ilusión el hecho de que los medios y plataformas digitales, aunque todavía es inseguro si tendrán la capacidad de reemplazar los periódicos locales (Reuter´s Institute de Oxford University, 2020), y aunque contienen sus problemáticas acerca de asuntos como “noticias falsas” y “troles”, ofertan una variedad de oportunidades para alcanzar poblaciones diversas y contar historias de nuevas maneras. El equipo de La Otra Juventud trabaja con medios alternativos y periodismo comunitario justo porque cree en la importancia de esos procesos para construir sociedades democráticas. Y, el proyecto de la fundación que se llama sin comillas intenta ser un espacio de diálogo y aprendizaje práctico en relación a esos medios y eso tipo de periodismo, donde jóvenes de diferentes formaciones y con diferentes perspectivas se encuentran juntes con su interés en comunicar historias de una manera creativa. El proyecto combina así muchos aspectos importantes, facilitando que se comuniquen las voces locales de jóvenes, que por ser voces locales, por contar historias locales, y por brindar perspectivas juveniles, tienen una capacidad democrática que hay que cuidar mucho.

 

La entrevista que este miércoles de febrero voy a grabar la van a hacer con un actor famoso del teatro de La Candelaria, y la entrevista va a tratar de cómo ve él la importancia del teatro comunitario desde su perspectiva trabajando en un contexto más comercial. Llegando al sitio, intento quedarme al fondo para no interrumpir la entrevista que ya ha empezado. Las cuatro jóvenes están prestando mucha atención a lo que dice César Badillo, dos desde el otro lado de la mesa, dos desde de sus cámaras. Su profesionalidad es impresionante. En mi proceso de documentar su proceso, recuerdo preguntándome a mí misma si yo hubiera podido hacer algo similar en mis 20 y algo, y me siento orgullosa por ser parte de una organización y un proyecto que facilita ese tipo de actividades para el buen uso de los conocimientos y perspectivas de lxs jóvenes. Quizás más que nada, la experiencia de ver jóvenes “en acción“ con todas sus capacidades de esta manera, siempre me deja con mucha fe, fe de que lxs jóvenes nos guiarán hacia un mundo más democrático. Y en esta situación específica, fe de que lxs jóvenes nos guiarán hacia un mundo donde el periodismo local continuará existiendo, y dado nueva vida por parte de medios alternativos, facilitado por organizaciones como La Otra Juventud.  Pues, ¿qué otra opción tenemos?

Fuentes (en orden de aparencia) 

Abu-Lughod, Lila, 1990, “The Romance of Resistance: Tracing Transformations of Power Through Bedouin Women” [https://doi.org/10.1525/ae.1990.17.1.02a00030]

IJNet 2017, “Ocho tendencias del periodismo local” [https://ijnet.org/es/story/ocho-tendencias-del-periodismo-local]

Reuter´s institute de Oxford University 2020, “Local journalism” [https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/our-research/local-journalism]

Consejo de redacción 2019, “El periodismo local se extingue en Colombia” [https://consejoderedaccion.org/investigaciones-destacadas/item/790-cartografias-informacion-periodismo-local-extingue-colombia-flip]

FLiP (Fundación para la Libertad de Prensa) 2019, “Informe anual 2019: Callar y fingir, la censura de siempre” [https://www.flip.org.co/index.php/es/publicaciones/informes-anuales/item/2463-informe-anual-2019-callar-y-fingir-la-censura-de-siempre]

FLiP (Fundación para la Libertad de Prensa) 2020, “Cartografías de la información” [http://flip.org.co/cartografias-informacion/]

ACNUDH (Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) 2020, “Informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos sobre la situación de Derechos Humanos en Colombia durante el año 2019” [https://www.hchr.org.co/documentoseinformes/informes/altocomisionado/informe-anual-2019-ES-2.pdf]

Discusiones, tribunales y marchas - pensamientos de mis primeras semanas en Bogotá

Escrito por: Lucy Forster  (pasante de Suecia en La Otra Juventud) 

Fotos: Simon Barajas

“Los hombres tienen que abrir la puerta a las mujeres porque ellas tienen cuerpos muy débiles.”

Esto fue una expresión que surgió en un ejercicio de ‘tribunal de género’; una discusión hipotética que tuvimos para visibilizar estereotipos sociales de género, después de un mes de conversaciones sobre el tema de ‘nuevas masculinidades’. La idea de este ejercicio era dividir el equipo en un grupo de mujeres y otro de hombres, y que ambos expresaran frases como la mencionada inicialmente, en las cuáles surgieron prejuicios que afectan relaciones entre hombres y mujeres diariamente. 

Aunque fue un ejercicio bien chistoso porque destacó lo extraño es una costumbre cotidiana que viene directamente de divisiones de género construidas por la sociedad, también generó un sentimiento de incomodidad por parte de la realización que este tipo de perspectivas siguen dominando en el mundo.

Soy Lucy, pasante de Suecia, trabajando en La Otra Juventud desde hace casi 7 semanas. Estas semanas han estado llenas de nuevas impresiones, de información, y de algunos choques culturales (¡¿quién come queso con chocolate!?). Pero durante estas discusiones de género que tuvimos en las semanas pasadas, lo que me ha parecido es que hay similitudes entre las discusiones de género que existen en Suecia y Colombia. Sin duda, la conclusión más extendida que surgió por parte de las discusiones fue que el tema de género es algo innegablemente complejo que uno no se puede definir en términos fijos, ya sea en Colombia, Suecia, o cualquier otra parte del mundo. Además, estas discusiones, en combinación con ejercicios como la ‘tribunal de género’ visibilizan efectivamente los privilegios que tienen los hombres, los cuales determinan el desarrollo social en un gran mayoría de lugares del mundo.

¿Qué tan relevante es este tema, tratando de privilegios de los hombres, para la sociedad colombiana? Hace rato, la ONU publicó un informe tratando del estado actual de los derechos humanos en el país en un resumen del año 2019. Entre los datos y estadísticas más graves relacionada con el tema de género, el informe expresa preocupaciones sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres de 19% de nivel nacional, lo que constituye un obstáculo fundamental en la realización de derechos de equidad de género. Adicionalmente, el informe explica que los niveles de violencia sexual se han aumentado mucho y que según los datos más recientes son del nivel más alto de los últimos 10 años. Así, desde este resumen del año 2019, se ve con claridad algunas de las consecuencias muy reales que se refuerzan y solidifica las diferencias basadas en género, en términos de oportunidades y calidad de vida. 

Hace unos días, tuve la oportunidad de ver una manifestación de resistencia popular contra esta realidad de desigualdad. El 8 de marzo, fui a las marchas en compañía de las otras pasantes que vienen desde Suecia de la organización para mostrar nuestra solidaridad internacional en este día mundial de las mujeres. Había un ambiente revolucionario y un sentido de cambio radical, donde marchaban miles de personas colombianas por la lucha feminista local, nacional e internacional, gritando para que “¡Toda América Latina será feminista!”. Los llamados que dominaron y sonaron más fuertes en las marchas eran protestas contra violencia de género, femicidios, y las leyes nacionales del aborto. Es decir, asuntos de vida o muerte. Y aunque si hay similitudes entre discusiones de género en Suecia y Colombia, este nos dio cuenta que nunca podemos olvidar que las causas más actuales para la gente colombiana son completamente diferente de los problemas que enfrentamos en Suecia. Aquí, las discusiones sobre el tema de nuevas masculinidades que hemos tenido a nivel más local posiblemente se traduzcan y se apliquen a una lucha para el derecho de vivir, crecer y desarrollarse fuera de violencia.

La pasantía con La Otra Juventud es una experiencia reveladora de muchas maneras, lo cuál fue muy claro en las marchas del domingo pasado. Esta vez, no fui a marchar por mi propia causa, sino para apoyar la lucha de aquí y para mostrar solidaridad internacional. Pero igual, lo hice manteniendo los temas de las discusiones que tuvimos dentro de la organización en mente. Tener la oportunidad de ver acciones reales de una fuerza social tratando de los mismos temas debatidos en la organización es algo que, para mi, ilumina la importancia del trabajo en la sociedad civil. Sobre todo, me hace creer en el poder de visibilizar las consecuencias de estas relaciones para generar un cambio social desde ambos diálogos de género y de marchas con miles de personas. O, también, desde ejercicios como el ‘tribunal de género’.

Así sigo, trabajando y aprendiendo un montón de cosas, tanto de mis compañeros y compañeras en la organización como de las personas manifestando contra el machismo por las calles de Bogotá.

Tengo ganas de ver lo que más voy a aprender. 

 

Fuentes:

  1. ‘Situation of human rights in Colombia’, Report of the United Nations High Commissioner for Human Rights (2020) https://www.hchr.org.co/documentoseinformes/informes/altocomisionado/A_HRC_43_3_Add.3_AdvanceUneditedVersion-2019-2.pdf
  2. ‘Informe anual de la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos sobre Colombia’, Naciones Unidas Derechos Humanos (2020) https://www.hchr.org.co/files/Presentaciones/Informe_Anual_2019.pdf
  3. ‘Miles de mujeres exhiben su fuerza en las calles de América Latina’, Carla Jiménez – El País (8 de marzo 2020)https://elpais.com/sociedad/2020-03-08/america-latina-se-prepara-para-el-8m-mas-multitudinario.html
  4. ‘Informe de la ONU en Colombia: un diagnóstico que no se puede ignorar’, Juliana Bustamante Reyes, El Espectador (7 de marzo 2020) https://www.elespectador.com/colombia2020/opinion/informe-de-la-onu-en-colombia-un-diagnostico-que-no-se-puede-ignorar-columna-908165
  5. ‘Se tomaron Bogotá: las imágenes que dejó el Día Internacional de la Mujer’, Semana (8 de marzo 2020) https://www.semana.com/nacion/galeria/dia-internacional-de-la-mujer-en-bogota-con-protestas-contra-los-feminicidios/655657

Entre pasiones e intimidaciones -mi experiencia por las calles bogotanas

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Por: Christoffer Wisberg  (pasante de Suecia en La Otra Juventud) 

LA TINTA DE MIS PREGUNTAS CORRIÓ EN LA PÁGINA. Fue un viernes, el de octubre este año. Llevábamos unas horas buscando gente que hablara inglés para entrevistarlos para el primer episodio de nuestro podcast cuando nos refugiamos de la lluvia bajo el techo de la facultad de lenguas extranjeras en el Universidad Nacional. En este tiempo sería un otoño vistoso y vibrante en Suecia. Hasta esta hora sólo habíamos encontrado unas pocas personas que saben inglés. 

 

Nos dimos cuenta que compartimos el espacio debajo del techo con un grupo de estudiantes. Ellos estaban escuchando pop en altavoces, hablando y riendo cuando les preguntamos si alguien sabía inglés. Algunas personas levantaron sus manos ¡y ya fuimos!

La búsqueda continuó por algunas otras universidades y nos dimos cuenta que en dos universidades nos costamos mucho encontrar gente que hablan inglés, y que en la tercera, una universidad privada, una de las más costosas, literalmente todo el mundo hablan inglés. ¿Por qué está así? Pues, en realidad no sé, podría ser que la gente privilegiada ha tenido más tiempo para estudiar, dinero para pagar clases privadas o que sus padres son más propensos a apoyar el aprendizaje del idioma. Obviamente todo esto es especulación. Lo único que es seguro es que me pareció fuerte la diferencia entre las universidades.

Por supuesto hicimos entrevistas en español también, sería una violación grave del buen método de selección sólo escuchar a la gente en las instituciones más privilegiados, que ya es un selección apretado solo hablar con estudiantes. Les cuento que es demasiado rico tener la oportunidad de hacer que la gente cuente sus perspectivas de temas diferentes, más que todo temas que les afectan e interesan. 

Esto resume bastante bien mi experiencia aquí; que he tenido la oportunidad escuchar a personas apasionantes sobre temas sociales y a veces charlar con ellos y pedirles contarme más su historia o punto de vista. Trabajando en una organización social se permite preguntar y aprender sobre eventos actuales y temas sociales en cualquier momento. Muchas veces me he encontrado en la situación lujosa de discutir eventos y noticias, como manifestaciones estudiantiles, el juicio al Presidente, los elecciones locales, u otros temas que me interesan, con alguien que se ha involucrado con los temas o que sólo sepa mucho del contexto.

Ya no he asistido las marchas, pues no más que la vez que pasaron junto a mi cuando estaba en una cafetería cerca de la casa. Este día quería ir al centro para tomar más fotos de lo que está pasando pero empezó llover y la gente se fue. En cualquier manera espero, y deseo, poder asistir a estos tipos de eventos y documentar lo que veo.

Sin haberlo visto en persona, la reacción de la policía a las protestas estudiantiles parece muy exagerada. Cada dos semanas la Universidad Nacional está cubierto de gas lacrimógeno y escuadras grandes de policía antidisturbios (el ESMAD) muy equipadas y vestidos que reprimen las marchas con bolas de pintura. Incluso a mí sospecho que intentaban intimidar la policía.

 

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Estaba caminando un lunes un lunes festivo en el Parque Simón Bolívar, grabando unos videos y escuchando un audio libro. En el camino a mi casa me detuvieron unas policías para requisarme. No miraron en mi maleta, algo que me pareció raro, y empezaban preguntarme sobre mi cámara y hasta adónde estaba caminando.

“A mi casa, está acá”

“¿Eres fotógrafo?”

“Esto”

“¿De que estás tomando las fotos?”

“Bueno, hoy fui al parque para grabar un poco del ambiente”

“Aj… pensamos que íbas a un evento”

“No, solo al parque…”

“Bueno, hablas muy bien el español, que tengas un buen día”

¿Cuál evento? No sabía en este momento pero más tarde me di cuenta que hubo marchas estudiantiles este día, y no tengo otra teoría que mencionan “un evento” para hacerme pensar otra vez si algún día quisiera fotografiar o grabar eventos políticos. Pues, tampoco vieron mi cámara, que tampoco entiendo por qué, dónde entre otras tuve estás fotos (no tan polémicas, pero sí de las marchas).

Halloween y marchas estudiantiles: unidos en Bogotá para resaltar "la muerte de la educación"

Escrito por: Pelin In pasante de Suecia en La Otra Juventud

En Colombia la educación pública está en riesgo como resultado de varios años de desfinanciación. Miles de estudiantes colombianos salen a las calles para protestar, a pesar de los gases lacrimógenos, las lesiones y la fuerte represión, 

 

El día de Halloween en Bogotá, además de truco o trato, caras de miedo, fiestas de disfraces y tallado de calabaza, implicó una marcha estudiantil en protesta por la falta de fondos para la educación pública y la represión policial excesiva contra los manifestantes. Junto con algunos pasantes y colegas de la fundación, participamos en la marcha estudiantil en la que muchos participantes se disfrazaron. Lo que comenzó como protestas pacíficas terminó con enfrentamientos entre los estudiantes y la policía antidisturbios, interrupciones en el tráfico local, quema de una motocicleta policial y ruptura de ventanas de tiendas cercanas. Según los informes, la policía utilizó gases lacrimógenos para dispersar a la gente mientras los manifestantes les arrojaban piedras. Dos policías, un estudiante y una periodista se lesionaron como resultado de la marcha.

 

Sin embargo, esta no fue la primera vez que la policía y los estudiantes se enfrentaron entre ellos. Los enfrentamientos entre estudiantes y la policía, especialmente la controvertida unidad antidisturbios ESMAD, se han convertido en un evento mensual en Bogotá. El ESMAD ha estado en el centro de varias violaciones de los derechos humanos, en las cuales un caso muy conocido fue el asesinato del manifestante estudiantil Jhonny Silva en 2005. Han estado utilizando una fuerte represión contra los manifestantes y han ingresado a los campus durante las manifestaciones, aunque es ilegal hacerlo. 

 

Además de la represión policial contra los manifestantes, la insuficiencia de fondos para la educación pública es la razón principal por la que miles de personas salen a la calle. El PIB de Colombia enfocado en la educación está cerca del promedio mundial y es el más alto de América Latina, sin embargo, la clasificación del país para la mayoría de los indicadores educativos es muy baja. La corrupción y la falta de responsabilidad es un problema grave en el país. Desde 1992 no ha habido un aumento en los presupuestos de las universidades públicas, aunque la inscripción ha aumentado por 130 por ciento. Entre 2000 y 2015, los gastos del gobierno en educación superior pública se redujeron del 0,55 por ciento del PIB al 0,40 por ciento. Si bien una universidad podría recibir el 100 por ciento de sus fondos a través de fondos públicos antes de 1992, hoy esto ha disminuido al 50 por ciento. Como resultado del déficit histórico desde las reformas neoliberales de 1992, se ha producido una “privatización secreta” en la que las universidades públicas tienen que depender de fondos privados para sobrevivir. Esto es muy problemático, especialmente considerando que la Constitución de Colombia de 1991 garantiza la educación pública gratuita como un derecho universal. En consecuencia, ha habido un movimiento creciente de activistas estudiantiles que luchan por la supervivencia de la educación pública. Si bien la motivación del gobierno para gastar menos en educación ha sido la falta de dinero, el aumento de los gastos militares ha molestado aún más a los Colombianos, que incluso convocaron a una de sus marchas para “La Marcha de los Lápices”.

La militarización y la neoliberalización de una de las sociedades más desiguales de América Latina han provocado disturbios en todo el país. Varios años de recortes presupuestarios y fondos insuficientes de las universidades públicas finalmente resultaron en una huelga estudiantil de un mes el año pasado, con el apoyo de profesores y rectores. No solo han estado protestando en las calles, sino también a través de plataformas de redes sociales con hashtags como #ManifestaciónPacífica, #sospublicuniversities y #marchaporlaeducacion.

 

UNEES (Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior) presentó al gobierno una lista de demandas el año anterior, exigiendo, entre otras cosas, fondos adecuados con un aumento de 4.500 millones de pesos colombianos a la educación superior pública en el transcurso de diez años, congelación de las tasas de matrícula, refinanciación de los préstamos estudiantiles a una tasa de interés del 0 por ciento y respeto al derecho a protestar sin represión policial. En octubre de 2018, se llegó a un acuerdo entre el presidente Iván Duque y los rectores de las 32 universidades públicas del país que estipulaba que las universidades obtendrían fondos adicionales y que los estudiantes pobres pero talentosos serían subsidiados. Sin embargo, los líderes estudiantiles consideraron que esta oferta era insuficiente y el gobierno se negó a otorgar más recursos financieros. En consecuencia, las huelgas continuaron y las últimas tuvieron lugar el 31 de octubre de 2019, en la cual estudiantes de Calí, Medellín, Barranquilla y otras ciudades más grandes de Colombia participaron en las “marchas zombis” para resaltar la necesidad de revivir la educación pública que según los manifestantes ha muerto. Hubo lemas como ““el que no sale quiere privatización”.

 

Ha sido interesante presenciar la lucha de los estudiantes colombianos por el derecho de una educación pública gratuita y de alta calidad. Además, esto no solo está sucediendo en Colombia, sino que es parte de un movimiento global. Varios países latinoamericanos y europeos han experimentado luchas similares contra los bajos salarios, la violencia y los recortes presupuestarios para la educación. Entre estos países encontramos a Chile, Nicaragua, Francia, Brasil y Argentina. Como estudiante universitario sueca con acceso a un sistema educativo gratuito de alta calidad, esto me hizo entender una vez más de que he dado por sentado cosas por las que luchan las personas de otras partes del mundo e incluso arriesgan sus vidas. Además de apreciar el sistema de Suecia, puedo también comprender y  reflexionar sobre la importancia de la educación gratuita y lo que podría resultar en la falta de esta. En Suecia incluso nos pagan por estudiar en universidades públicas y muchas veces esto es algo que vemos como algo dado. Sin embargo, no es así y en muchas partes del mundo las personas se enfrentan a sus gobiernos para obtener acceso a educación pública gratuita de alta calidad. Aunque me hace apreciar el sistema en Suecia, también es preocupante que haya una tendencia general en la que el sistema de educación pública universal y gratuito se cuestiona y se erosiona lentamente en algunos países. Como una persona que se benefició y aún se encuentra beneficiada de este tipo de sistema educativo universal, me doy cuenta de lo valioso y necesario que es, especialmente en sociedades desiguales. Por lo tanto, con suerte, este tipo de huelgas y la lucha por la supervivencia de la educación pública continuarán, porque en el fin, el acceso universal a la educación podría ser el determinante más importante del éxito de una sociedad.

 

Fuentes

 

Alsema. Adriaan (2019) “Bogota anti-corruption student protest escalates into full-blown riots; at least 5 injured”, Colombia Reports. Recuperado 2019-10-30 de: https://colombiareports.com/bogota-anti-corruption-student-escalates-into-full-blown-riots-at-least-5-injured/

 

Bartter, Isabelle (2018) “Colombia student strikes against education cuts”, SocialistWorker.org. Recuperado 2019-10-29 de: https://socialistworker.org/2018/10/23/colombia-students-strike-against-education-cuts

 

Colombia.com (2019) “Minuto a minuto: Así transcurren las marchas estudiantiles en Bogotá”, Recuperado 2019-11-01 de: https://www.colombia.com/actualidad/nacionales/marchas-estudiantiles-bogota-246201

 

El Espectador (2018) “Duque y rectores firman acuerdo para financiar las universidades públicas”, Recuperado 2019-10-30 de: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/duque-y-rectores-firman-acuerdo-para-financiar-las-universidades-publicas-articulo-820322 

 

Hide, Steve (2018) “Student strikes continue: The march of the pencils”, The Bogota Post.

Recuperado 2019-10-29 de: https://thebogotapost.com/student-strikes-continue-the-march-of-the-pencils/33240/ 

 

Hide, Steve (2019) “Protests: A week of tear gas and transport woes”, The Bogota Post. Recuperado 2019-10-28 de: https://thebogotapost.com/protests-a-week-of-tear-gas-and-transport-woes/41345/

 

Hylton, F., Tauss, A., and Agudelo, J., F., D. (2018) “Remaking the Common Good: The Crisis of Public Higher Education in Colombia”, Nacla. Recuperado 2019-11-01 de: 

https://nacla.org/news/2018/11/17/remaking-common-good-crisis-public-higher-education-colombia

 

Pentin, Natasha (2018) “Protestas en Colombia, ¿parte de un movimiento mundial?”, El Espectador. Recuperado 2019-11-03 de: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/protestas-en-colombia-parte-de-un-movimiento-mundial-articulo-821238



Pulzo (2019) “Dos policías, una estudiante y un periodista heridos, deja violenta marcha en Bogotá”, Recuperado 2019-11-02 de: https://www.pulzo.com/nacion/desmanes-que-dejan-marchas-31-octubre-bogota-PP793717

 

Zoe, PC (2018) “Students in Colombia continue their strike for public education”, Peoples Dispatch, Recuperado 2019-10-30 de: https://peoplesdispatch.org/2018/11/07/students-in-colombia-continue-their-strike-for-public-education/ 

 

Wilpert, G. (2018) “Month-Long Student Strike Paralyzes Colombia’s Public Universities”, The Real News Network, Recuperado 2019-11-02 de: https://therealnews.com/stories/month-long-student-strike-paralyzes-colombias-public-universities